Suite 2. D menor, BWV 1008

Un día después
los guijarros seguían cayendo.
La voz profunda de generaciones reencontradas
surgía de las cuerdas vibrantes
acariciadas con tierna furia.
Rostropovich musicalizaba
el entierro del muro bajo sus escombros.
Veintiún años después
las manos del virtuoso continúan la caricia
como todas las manos de cada intérprete
desde hace tres siglos.

El muro no ha dejado de caer...
La primera interpretación no ha cesado...
Bach sigue dibujando la nota final.
La Suite continúa ejecutando
fragmentos del tiempo
y acumulando fragmentos.
Otros tiempos transcurren a su ritmo
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacíclicos y simultáneos.

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Melomanía Turca